Pocas regiones de la Península impactan tanto como Las Hurdes. Sus paisajes de vértigo, su tradicional aislamiento y la dureza del forzado olvido al que se vio sometida, han conservado un maravilloso paraíso natural, de verticales valles y encerrados cauces, de pizarras que matizan el tono del ambiente cuando reflejan el sol, de amables y hospitalarias gentes que se afanan por guardar la increíble belleza de la región.

Pulsa sobre el botón para descargarte un amplio folleto sobre la comarca, su historia y patrimonio.